Una construcción sana respeta el entorno y preserva la vida de los que habitan en ella. En un espacio sano la madera siempre está presente.
Está demostrado que el contacto con productos naturales aporta beneficios para la salud, mejora la calidad del sueño, aumenta el rendimiento intelectual, reduce los niveles de estrés, previene enfermedades comunes y atenúa los síntomas de alergias y enfermedades respiratorias.
Cuando construyes con madera:
¡Se ve, se siente y se respira naturaleza!
Se ve
Un estudio reciente de la Universidad de Columbia Británica y FP Innovations ha concluido que la presencia de superficies visuales de madera en una habitación hace disminuir la actividad del sistema nervioso simpático (SNS) que es el responsable de las respuestas de estrés fisiológico en las personas.
Se siente
Igualmente el reciente estudio «Physiological Effects of Touching the Wood of Hinoki Cypress with the soles of the feet», demuestra los beneficios psicológicos de tocar madera con los pies descalzos.
Se respira.
La madera es un material inocuo, no genera emisiones tóxicas, además se mantiene en equilibrio higroscópico con su entorno, tomando o cediendo humedad. Los efectos de la humedad en la salud deben tenerse en cuenta, por debajo del 40% el aire es muy seco, por lo que cuesta respirar, reseca la garganta y nariz,… Si por el contrario, la humedad supera el 60%, aumenta la posibilidad de contraer enfermedades respiratorias y agravar las reumáticas.